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ABC ARCHITECTURAL SOLUTIONS –Inspired Building Awareness & Círculo de Arquitectos de Manta – Our City, Our Home, para velar porque las ciudades den oportunidades y mejoren condiciones de vida, proponen una ciudad inclusiva. Por eso, dan a conocer la implementación de plataformas electrohidráulicas.
En diálogo con Diario El Mercurio, Cristhian Anchundia, director de este consorcio proponente de esta idea dijo que el análisis concluye en que sí es factible realizar dicha gestión mediante ejemplos de referencia que plantean ser ciudades inclusivas como Guayaquil y Santo Domingo de los Tsáchilas. “Estas rampas están ubicadas en una puerta en cada bus, las cuales se abren y se despliegan para que personas que están en sillas de ruedas puedan subir a las unidades”.
“En la ciudad de Guayaquil se dieron 2 fases, la primera en el año 2017 y la segunda fase en agosto del año 2018”, indicó.
Los valores para implementar este sistema van desde los $2,000 a $4,000.
Comentó además que la Autoridad de Tránsito Municipal en Guayaquil junto a Hunter, empresa ecuatoriana con 24 años de experiencia en soluciones de seguridad de alta tecnología, le da importancia al tema de la inclusión. “Han puesto rampas electrohidráulicas para personas con movilidad reducida en 30 buses para que todos los ciudadanos tengan un transporte cómodo y seguro”.
Añadió que se implementen aquellas rampas en líneas de buses, en el cual su destino sea hacia diversos puntos en la ciudad donde se prestan servicios hospitalarios y registro civil.
“El gerente de Innovación y Taller de Hunter durante el año 2018 indicaba que las rampas tienen una operación bastante sencilla, que no toma más de 3 minutos. Este tiempo fue corroborado en una demostración que se realizó el año pasado en las instalaciones de la ATM, en la que dos ciudadanas hicieron uso de este nuevo servicio”, dio a conocer Anchundia.
Cómo funciona la rampa electrohidráulica
Desde el interior del bus, el conductor activa el movimiento del elevador, de manera que el escalón quede al nivel de la calzada. Luego, la persona con movilidad reducida se ubica sobre el elevador (en ocasiones requerirá asistencia), y una vez ahí, el conductor lo activa nuevamente para subir, hasta que el pasajero se ubique en el puesto asignado dentro del bus. Al llegar al destino deseado, la rutina será la misma, pero en reverso, es decir, que en lugar de que el elevador suba, bajará.
“Esta iniciativa es trascendental en Manta para un cambio de la cultura basada en el respeto de los Derechos Humanos de personas con discapacidad y adultas mayores, la cual beneficiará a toda una comunidad, que hasta hace poco, no tenía la opción de movilizarse en buses dentro de la ciudad”, destacó el profesional.
Actuales paradas de buses
“Es parte de la responsabilidad del Municipio ejecutar obras públicas que incluyan al grupo de personas que viven con discapacidad, que la ATM de Manta construya asientos de paradas de buses inclusivos y no esos asientos resbaladeras”.
Adicionó que por factores de diseño nada tienen que ver con accesibilidad para personas con discapacidad y que vulneran sus derechos y dignidad.
“Dentro de la ciudad de Manta la parada de bus en su diseño y morfología no es eficiente no proporciona accesibilidad para sentarse y descansar las piernas, el asiento no es cómodo, no es agradable, no es accesible para la población y debería responder a la relevancia de que las personas no se sientan y se quedan de pie esperando el transporte, en términos económicos, entonces su implementación no se justifica”, refutó el arquitecto.