David Ramírez*
Ha sido evidente las muestras de solidaridad de los colegas periodistas en esta hora difícil que atraviesa Miguel Ángel y por la que bien podríamos pasar cualquiera de nosotros, por ello se destaca el espíritu de cuerpo de la familia periodística de Manta.
La crisis por la pandemia en lugar de mejorar, cada hora empeora más en el país. En Manta, el sistema de salud está colapsado, no hay insumos básicos como mascarillas, guantes y el oxígeno que es vital en el tratamiento de los pacientes de COVID-19. Con frustración vemos cómo proliferan en las redes acuerdos de condolencia, fotos de familiares y amigos fallecidos. Paralelamente conocemos el caso de mucha gente que no puede recibir atención por falta de disponibilidad de camas, respiradores en las unidades UCI, etc. Tal es el caso de nuestro colega Miguel Ángel Solórzano, que fue trasladado el miércoles 15 de abril en la tarde al hospital del IESS, gracias a las diligencias de amigos y colegas como el escritor Santos Miranda, Nancy Muñoz, Joselías Sánchez, Mauro Mera, Ricardo Cobos y Rebeca Alarcón.
Miguel Ángel, recibió atención primaria, fue estabilizado, pasó la noche en una silla y fue enviado por los médicos a su domicilio por falta de espacio, en la mañana del jueves 16 de abril.
Este lunes 20 de abril, en la mañana, recibí un escueto mensaje de texto de Miguel Ángel, en respuesta a mis preguntas sobre su estado de salud: “Me dio otra crisis toda la noche. No he dormido”.
Por gestiones de Jorge Guevara ante el alcalde, se conoce que, en la tarde de este lunes, Miguel Ángel podría ser ingresado en el Centro Geriátrico Municipal. Entre tanto, desde la semana pasada, la colega Nancy Muñoz, ha estado pendiente en cuanto a prodigar alimentación diaria a nuestro compañero. El colega César Piloso junto a Jorge Guevara, tuvieron la iniciativa de llamar a la solidaridad de los miembros del grupo para recabar fondos para asistir a Miguel Ángel. Para ese efecto, se puso a disposición la cuenta # 5241368200 de Javier Patricio Guevara Chávez, del Banco del Pichincha, en la que se han venido receptando los aportes solidarios.
En todo caso, ha sido evidente las muestras de solidaridad de los colegas periodistas en esta hora difícil que atraviesa Miguel Ángel y por la que bien podríamos pasar cualquiera de nosotros, por ello se destaca el espíritu de cuerpo de la familia periodística de Manta.
Todas nuestras energías hoy están dirigidas para pedir por la pronta recuperación de este soldado de la comunicación, que ha estado informando en primera línea sobre la evolución de la pandemia, desde sus trincheras en diario El Mercurio y el programa de radio La Voz Informativa.