Por Michael Feldman
gringomanaba@gmail.com
“El jardín de senderos que se bifurcan” un cuento de Jorge Luis Borges imaginaba el universo como una biblioteca con todos los libros teóricamente posibles. Una biblioteca moderna literalmente ofrece acceso a todo el conocimiento y el arte descubierto y creado en la historia humana. Todavía contiene recursos en papel (libros, periódicos, registros, y revistas) pero están siendo reemplazados rápidamente por pantallas, libros electrónicos, textos escaneados, bases de datos digitales tanto generales como de temas específicos, videos, DVDs, MP3s y buscadores especializados. También ofrecen clases de alfabetización digital, como evaluación de la veracidad de las páginas web y clubes de lectores para niños y adultos.
Sin embargo, el recurso más importante son los bibliotecarios. Hoy en día deben ser expertos en cómo encontrar información en múltiples áreas e idiomas, capacitar a los usuarios para dominar los métodos apropiados para encontrar más y además necesitan saber el inglés del Internet y como traducir documentos y páginas web.
Una biblioteca pública moderna en Manta serviría a académicos, profesores y estudiantes desde la primaria hasta la U, así como a aquellos que realizan investigaciones científicas, profesionales que quieran estar al día con los adelantos en su campo y amantes de revistas, ficción y poesía.
Con las personas adecuadas sería un dinámico axis intelectual para la ciudad sin ser costoso o complicado. 12 Cromebooks (con pornografía y juegos bloqueados) para acceso público y un proyector para clases, 2 o 3 computadoras más potentes para los bibliotecarios y un pequeño servidor para el sitio web y recursos digitales. Con un par de impresoras baratas todo costaría menos de $10.000 más el alquiler, los salarios de los bibliotecarios y acceso al Internet.
Hay organizaciones no gubernamentales y empresas de tecnología que apoyan a bibliotecas y bibliotecarios públicos en países en desarrollo con computadoras gratuitas, acceso a bases de datos y suscripciones a revistas científicas. Dado que la biblioteca estaría disponible para estudiantes universitarios e investigadores, sería lógica una colaboración entre la ULEAM y el Municipio en las áreas de TI y acceso a bases de datos.
Todo el conocimiento del mundo está alcanzable para aquellos que pueden encontrarlo entre el mar de juegos y distracciones en el Internet y saben cómo acceder a él. Una Biblioteca Pública en Manta lo haría accesible para todos. Solo falta un grupo para organizar e implementar el proyecto.