Manta.- Cada día los inconvenientes para abastecer a los barrios con agua potable, son más notorias, y una de las razones es que, en el trayecto desde El Ceibal, hasta Manta, se la sustraen, disminuyendo el caudal. Ante el conocimiento de conexiones clandestinas en el acueducto, la EPAM intervino, y se cortaron dos líneas en la vía Jaramijó-Rocafuerte.
La intervención se dio la mañana del martes. A la altura de Las Margaritas se detectó la primera conexión clandestina, desde una válvula. Allí se había conectado una tubería de PVC de 90mm, suficiente para abastecer a todo un barrio de Manta, indicó el ingeniero César Delgado, gerente técnico de la EPAM.
Mientras tanto el abogado Figueroa, del departamento legal de la empresa de agua, dijo que al tratarse de un delito flagrante, se procedió a destruir parte de la tubería para evitar que se siga sustrayendo el agua potable, que bien puede servir a un sector de la ciudad. El agua sería utilizada para el riego de plantaciones de cultivos de ciclo corto que se aprecian desde afuera la vía.
Una vez que se elabore el informe técnico, se presentará una denuncia formal ante la Fiscalía, para que sea el ente legal en iniciar las investigaciones de quien o quienes eran los responsables del hurto de agua y sean sancionados.
Se agregó que este tipo de conexiones clandestinas están a lo largo del acueducto desde El Ceibal, así como el de la Refinería, con la sustracción de agua cruda, causando serios inconvenientes para los cantones que se abastecen del líquido vital, para su potabilización, para ser entregado a la ciudadanía, se dijo.
A un kilómetro de la primera intervención, a la altura del ingreso a las canteras de Picoazá, los técnicos de la EPAM descubrieron otra conexión clandestina desde otra válvula. Allí en medio de cultivos había una tubería de tres cuartos, de PVC, misma que abastecía a un sistema de riego tecnificado.