Joselías Sánchez Ramos
sjoselias@gmail.com
Hola, conciudadanos. La construcción del puerto de Manta es el hito más importante de su historia sólo comparable con la década de lucha por su cantonización y/o la creación de su universidad que, iniciada en 1967, proclama su autonomía en 1985 como Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
El 15 de septiembre de 1958, hace 63 años, el pueblo de Manta se lanzó a las calles y protagonizó un paro cívico reclamando la construcción de sus obras portuarias.
El paro duró dos días y medio logrando que el Gobierno del Presidente Camilo Ponce, atienda el justo reclamo del valeroso pueblo de Manta.
Días después se convocó a licitación adjudicándose la construcción a la Compañía Simar. El 20 de febrero de 1959, en los bajos del Palacio Municipal se firma el contrato de construcción de las obras portuarias de Manta. Es el triunfo de las luchas de un pueblo por su destino portuario. Es el resultado de gestiones de sus instituciones, pero, sobre todo, de las luchas populares en las calles de la ciudad y marchas sobre Quito para reclamar la atención del gobierno central, con vidas humanas sobre el asfalto.
Los mantenses evocamos esta fecha, 15 de septiembre, con profundo respeto y entusiasmada alegría.
Muchos de los actuales habitantes de esta ciudad, diversa y cosmopolita, desconocen esta epopeya. Unos llegan y se van. Otros llegan y se afincan, pero debe pasar algún tiempo para asumir la identidad. Cuando lo hacen logran entender la extraordinaria capacidad de la “querencia” de la tierra que tienen los mantenses.
Si con su cantonización se realiza un sueño. Con las obras portuarias el sueño se vuelve presente. Con su universidad, se proyectan sus sueños.
Estos hombres y mujeres viven frente al mar. Asumen la identidad marinera con horizontes infinitos. Identificados con la libertad de su viento, aprenden a descifrar el mar al que contemplan impasibles desde sus playas o malecones dejando volar la imaginación y jugando con sueños irrealizables.
No tienen conciencia del tiempo. Nacen con sonrisas, viven entre trabajos y amistades. Casi no se dan cuenta cuando mueren porque para ellos es más importante vivir. Son tolerantes empedernidos. No sienten extraños en su tierra. Aprenden a querer sin intereses ni temor. Por eso vienen gentes de todas partes del país y del mundo, sorprendidos de la bondad de la gente y de la tierra, se afincan y no sabe en qué momento se vuelve más mantense que los mismos mantenses.
Esta idiosincrasia que asumen con vehemencia les impide comprender de manera inmediata los juegos del poder y tardan para reaccionar cuando su cultura y creencias son afectadas. La lucha de hoy es por la concesión aeroportuaria para emprender vuelo hacia el continente asiático y recibir las inversiones, cultura y aprendizajes de esa milenaria cultura.
15 DE SEPTIEMBRE.
Manta es una ciudad oceánica. La construcción de su puerto marítimo forma parte de su destino portuario. La década de los 50´s tiene dos sueños: la construcción de su puerto y la carretera Manta – Quevedo. En 1955, el senador manabita, Emilio Bowen Roggiero, logra que el gobierno nacional cree rentas para las obras portuarias de Manta.
Hay efervescencia en la ciudad. El Municipio de Manta y la Cámara de Comercio organizan una Junta de Instituciones.
El gobierno nacional crea un Comité Pro Obras Portuarias. Igual que ahora, las instituciones locales esperan que gobierno nacional decida.
Casi siempre los gobernantes engañan a los mantenses.
Una denuncia del senador Emilio Bowen Roggiero alarma a la ciudad. Denuncia que para construir el “Puerto Nuevo”, el Gobierno nacional está entregando a Guayaquil, las rentas que él había gestionado, desde 1955, para las obras portuarias de Manta. Frente al desconcierto de las instituciones mantenses, en la noche del 14 de septiembre, Luis Valdivierso Morán, Orley Zambrano Cuadros y Pedro Joniaux Medina, dirigidos por el Dr. Ricardo Paredes Romero, arengan al pueblo a un paro cívico.
Los líderes populares abandonan la Cámara de Comercio donde sesionaba la Junta de Instituciones. Se movilizan hasta el Cine Apolo, de allí al Cine Manta. El pueblo va engrosando la marcha que regresa a la Cámara de Comercio. Frente a la presión popular, la Junta de Instituciones que preside Pedro Balda Cucalón, Presidente del Concejo, se adhiere al movimiento. A la decisión del Municipio se suma la Cámara de Comercio que preside Alberto Ampuerto Ojeda.
El 15 de septiembre, el pueblo amanece en las calles de la ciudad enfervorizado por las proclamas difundidas por Carlos Otto Ruperti en su Radio Tropical. Ese día, la marcha se vuelve indetenible. Enarbolando la bandera de la ciudad, con gritos y letreros, el pueblo acude frente al Municipio. Los líderes populares van caminando hasta los confines de la ciudad, en el kilómetro 5, un poco más allá de donde hoy está el Hospital del IESS, y allí construyen su trinchera. Palos, piedras, llantas, todo se amontona para impedir la entrada y salida de vehículos.
Logrado la atención del Gobierno, firmado el compromiso de convocar a licitación, los líderes del paro cívico conforman el Movimiento Cívico 15 de Septiembre designándose a Rosendo Santos para que lo presida; Otto Ruperti Delgado, es el primer vicepresidente; Kléver Delgado Farfán es el segundo presidente; ellos, junto a Luis Valdivieso Morán, Orley Zambrano Cuadros y Pedro Joniaux Medina, entre otros, siguen en la lucha organizando la marcha sobre Quito.
LA LUCHA DE HOY
Han pasado 63 años desde ese glorioso movimiento del 15 de septiembre para que Manta tenga un puerto marítimo.
La lucha de hoy es por la concesión aeroportuaria para emprender vuelo hacia el continente asiático y recibir las inversiones, cultura y aprendizajes de esa milenaria cultura. Somos Manabí, la provincia cholo-montuvia del Ecuador plurinacional del siglo XXI. Lo extraño es que la Prefectura provincial no lo comprende. (Joselías, 2021-09-15)
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